Uno de los factores que más condicionan la estética de nuestro hogar son sus puertas. La gran variedad de diseños disponibles permite una personalización acorde a los gustos de cada persona. Los factores de mayor importancia que debemos tener en cuenta a la hora de elegir puertas para nuestro hogar son los siguientes:
Por tipo de apertura podemos encontrarnos puertas abatibles, correderas o plegables.
Las puertas abatibles son aquellas que al abrir forman un ángulo respecto a la pared. Pueden ser de una o dos hojas y hay que tener en cuenta hacia que lado deseamos que se abra. Al ser el tipo de puerta más común, pueden encontrarse infinidad de acabados.
Las correderas son aquellas que para abrir y cerrar recorren una guía. Esta alternativa permite ganar algo de espacio respecto a las abatibles y en su apertura quedan muy discretas. Dentro de las correderas podemos elegir entre empotradas y sobrepuestas. Las primeras requieren de una instalación más compleja ya que el armazón queda embutido dentro de la pared; la segunda es mas sencilla de instalar dado que corre en paralelo a la pared existente.
Por último las puertas plegables son aquellas que están compuestas por varias hojas que se pliegan una junto a la otra para permitir el paso.
Por su composición interior hablaremos de puertas huecas o macizas.
Se consideran huecas, aquellas cuyo interior está realizado por una estructura de cartón con forma de nido de abeja. Son ligeras y muy económicas pero ofrecen menos aislamiento térmico y acústico.
En el sentido estricto, las puertas macizas son aquellas fabricadas con un mismo material, principalmente madera, de forma continua y sin huecos. Ofrecen un buen aislamiento térmico y acústico pero son más pesadas y costosas.
Las puertas chapadas utilizan en su interior materiales económicos como el tablero aglomerado o MDF recubiertos por otro material exterior que queda a la vista. Muchos fabricantes las consideran macizas.